¿Quiero esto?
¿Esto qué?
No se ni de lo que hablo.
¿Confusión?
Definitivamente confusión.
Creía tenerlo todo, pero me dí cuenta que por tanto que quiera y tanto que abra los brazos, tener todas las pelotas del pelotero es imposible.
¿Imposible?
La respuesta que tengo ante esta pregunta es un "si, claro", pero una respuesta contradictoria asoma en mi mente, "nada es imposible".
Dudo, a veces dudo de esa segunda respuesta, pero sinceramente me encanta. Me encanta decir que nada es imposible. Me encanta el sabor dulce de que todo lo puedo volver a tener, a lograr. Me encanta la vibra de que todo se puede sentir y todo me puede aplastar.
Me encanta saber que en esta vida hay más de mil caminos que seguir y decisiones que tomar.
Me encanta vivir, me encanta arriesgar, me encanta soñar.